lunes, 19 de octubre de 2015

Epílogo

  Cuando el coche se detuvo frente a su "nueva casa", Arlette farfulló. Esta mudanza no implicaba un cambio de vivienda, sino un cambio de vida: tras dieciséis años, había sido adoptada por el matrimonio Lloyd. ¿La única ventaja que le veía? Que sus nuevos padres aceptaban íntegramente que no era una chica común. Así, al menos, no la abandonarían como ya habían hecho las otras siete familias de acogida.

  -Arlette, por favor, deja de hacer que llueva. Hoy estaba haciendo un muy buen clima- se quejó, con una sonrisa, Susan, su madre adoptiva.

  -A mí me gusta cuando levanta cosas- apostilló Bruno, su hermano de diez años-. ¡Levántame la gorra, por fa!

  Arlette le respondió tirándole la gorra al suelo de un manotazo, riendo. Después de todo, no estaba tan mal su familia.

  -Este será nuestro nuevo hogar, Arlette- se lo presentó Ayrton Lloyd, su padre.

  Al ver aquel imponente edificio de estilo victoriano, que antaño fue un famoso y polémico Internado, Arlette sintió unos ojos grises taladrándola. "Maldita Ojos de moco", reía. ¿Dónde la estaban metiendo?

  -Arlette, la abuela Cecilia quiere conocerte- la sacó Bruno de sus pensamientos-. Tiene ochenta y tres años, así que no esperes que te escuche muy bien- rió.

  Se acercó a la puerta principal, donde la esperaba una longeva mujer de pelo blanco como el azúcar y ojos turquesas, en silla de ruedas. Los labios, coloreados de rosa, dibujaron una enorme sonrisa al tiempo que la abrazaba y gritaba:

  -¡Es ella, Abby, es ella! ¡Ha llegado!

  Por detrás, apareció otra pareja madura, conformada por un hombre de pelo cano y una mujer de tez pecosa y alargadas pestañas. Su mirada centelleó al verla.

  -Llama al chico, Brenton, llama al chico.

  A los dos minutos, volvió el llamado Brenton- que parecía ser marido de la tal Abby- con un chico alto, apuesto, de cabellos casi negros  y penetrante mirada azul oscuro. Era, sin duda, el chico más guapo que hubiera visto nunca.

  -Este es nuestro nieto, Eiden. Vive aquí con nosotros, y estaba deseando conocerte- explicaron Brenton y Abby.

  -Un placer, Arlette- dijo el chico cortésmente, tendiéndole la mano.

  Cuando sus manos se pusieron en contacto, rápidos vistazos de dos jóvenes chicos, abrazados dentro de un desván con un halo mágico, se sucedieron ante ellos.

  -Lo hicieron bien Kathleen y Jay, lo hicieron bien- comentó, con una enorme sonrisa en su rostro, Eiden.

  Arlette, que por algún motivo sentía saber de qué hablaba, asintió. Todo iría bien a partir de ahora, de repente estaba segura.

lunes, 12 de octubre de 2015

Capítulo 29: ¡Larga vida a las paredes que derrumbamos! (Pt. 2)

No me puedo creer que esté publicando esto. Increíble pero cierto. Ha llegado el día y esta historia, tras idas y venidas continuas, está terminada. La semana que viene se subirá un epílogo en el que no aparecen ni Kathleen ni Jay, pero que creía que podría quedar bien :). ¡Un beso y muchísimas gracias por todo!


  La mañana siguiente a su graduación, Kath se levantó con una terrible jaqueca. Hacía mucho tiempo- quizá nunca- que no había vivido una fiesta como aquella.

  Al girarse en la cama, se topó con los rizos enmarañados de Sissie bajo las sábanas. Era increíble lo mucho que había llegado a querer a esa rubia alocada; pareciera que habían sido amigas de toda la vida. Pero, sin embargo, los recuerdos de Warwick, los cadáveres ocultos del Internado, la muerte de Gaelle... Parecieran haberle sucedido a alguien ajeno a ella, no ser más que una noticia en el periódico.

  Incluso Barto, aquel hermoso cachorro de perro que habían escondido hasta ser ellos mismos secuestrados, parecía algo de otra vida pasada. ¿Qué tal estaría ahora? Seguramente los padres de Keegan lo estarían tratando bien en su enorme casa de campo, tras haberlo rescatado de entre los bosques contiguos al Internado totalmente desnutrido: llevaba meses buscando a su dueña.

  Ah... Keegan, Keegan... Cuánto iba a extrañar al bueno de Keegan cuando terminara el verano. Al igual que a Callum y a Vanessa. Y, por supuesto, que a Abby y Brenton. Aunque estaba segura de que aquello no era el final de absolutamente nada; sino el principio.

   Kathleen se levantó porque no podía permanecer más tiempo en la cama, se vistió con unos vaqueros y una sudadera y bajó a la cafetería a tomar algo. Cuál no sería su sorpresa al hallar allí a Jay.

  -Vaya, veo que no soy la única que tiene jaqueca...- musitó, dibujando una sonrisa-. Buenos días.

  Jay la abrazó.

  -Estamos conectados hasta para estas cosas, ya lo sabes.

  Kathleen suspiró, asintiendo.

  -Por eso también sé la punzada de dolor que te dio saber que yo tenía una madre orgullosa en mi graduación y tú no.

lunes, 5 de octubre de 2015

Capítulo 29: ¡Larga vida a las paredes que derrumbamos! (Pt. 1)

  Este será el último capítulo, lo siguiente que suba va a ser un epílogo que puede que os confunda más que nada, pero era necesario. Gracias a quienes aún quedéis por ahí.


  Todo un año había transcurrido desde la última vez que Kath vio a la señorita Tilman, durante la presentación de Daniella como directora. Esta vez, ella había vuelto al Internado para asistir a su graduación. ¡Qué emoción!

  Si todo salía bien, el próximo año Kathleen asistiría a la Universidad de Oxford a estudiar Lengua y Literatura Inglesas, con el sueño de ser escritora en un futuro. Estaba deseándolo.

  -¿Qué tal vais, chicas?- preguntó Vanessa desde fuera de la habitación.

  -Estamos esperando a Kath- respondió Abby, recostada sobre la cama hojeando una revista.

  -Te vas a arrugar toda la toga, tonta- le riñó, entre risas, Sissie-. ¡Vamos Kathleen!

  Kathleen se colocó un colgante de plata con una "G" pendiendo de la cadena. Se la había entregado Daniella, parece ser que apareció en casa de Gaelle. Daba igual si la "G" era por Gaelle o por Gill, ambas habían sido dos mujeres fundamentales en su vida aún sin ella saberlo; necesitaba llevar ese collar aquel día.

  -Ya estoy- dijo, al fin-. Podemos irnos.

  Y las cuatro amigas salieron juntas, riendo. Probablemente no volverían a compartir clases: Vanessa se iba a Cambridge, Kath a Oxford, y Sissie y Abby permanecían en la Universidad de Londres.

  El patio principal del Brotherhood volvía a estar engalanado, y de nuevo había muchísimos rostros sonrientes mirando a la zona de Kathleen, que tomó asiento junto a Jay.

  -¿Estás entusiasmada?- le preguntó él, apretando sus manos con cariño.

  Kathleen observó unas filas más atrás, donde Sue Tilman le sonreía enormemente. Había creído conveniente cederle el lugar de familiares a Sue; después de todo, había sido su única familia durante muchos años.

  -Tengo un poco de miedo por lo que pueda venir.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Capítulo 28: ¿Qué significa "familia"? (Pt. 2)

Lo dicho siempre, espero que lo disfrutéis y muchísimas gracias. Esto no continuaría de no ser por el apoyo :)



 -Maldita plancha- se exasperó Sissie, peleando con su plancha del pelo en un intento inútil por alisarse el flequillo-. ¡Justo hoy se tenía que estropear!

  Kath rió al tiempo que iba a abrir la puerta. Tras ella, apareció Vanessa engalanada con unos pantalones pitillo rojos y una blusa a la sisa azul marino.

  -¿Aún estáis así? Va a terminar el acto y seguimos aquí.

  Sissie le sacó la lengua, al tiempo que se abrochaba su vestido rosa palo.

  -Las estrellas siempre llegamos tarde, ¿no lo sabías querida?

  Las tres amigas se unieron, entre risas, en un abrazo y salieron de la habitación. Unos ojos azul hielo las observaban desde el otro lado del pasillo. ¿Cuándo sería perdonada? Si es que llegaban a
perdonarla alguna vez, claro está.

  Abajo, en el patio, habían montado unas mil sillas enfrente de un escenario improvisado, sobre el que Daniella debería hablar frente a los quinientos alumnos del Internado, el claustro y algunos periodistas locales que se habían colado para el momento.

  -¡Jay!- gritó Kathleen cuando vio al joven junto a su madre, luciendo chaqueta y corbata.

  Jay le mostró una hermosa sonrisa cuando llegó a su lado, y le dio un pequeño beso en la cabeza.

  -¿Y Abby?

  Kathleen se encogió de hombros.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Capítulo 28: ¿Qué significa "familia"? (Pt. 1)

  ¡Hola! Espero que estéis disfrutando de esta historia, si es que sí dejádmelo saber aquí, en Twitter, en Ask... Como veis, se van publicando cada semana, así que estad pendientes, ¡quedan dos capítulos! Un beso y tened un maravilloso día.




  Habían pasado varios meses cuando Jay por fin se decidió a ir al cementerio local, puesto que apenas había sido capaz de estar presente durante el funeral de su abuela. "Es curioso", pensó, "he llegado a querer a mi abuela en unos meses como si hubieran sido años."

  Tal vez el cariño no era directamente proporcional al tiempo que conocías a alguien, o a los lazos sanguíneos que te unían a esa persona. O quizás fuera cierto que Jay experimentaba el amor de la forma más pura, pero no solo con Kathleen, como le habían vendido.

  El cementerio se hallaba vacío a aquellas horas de la mañana, y una espesa neblina gris cubría el mausoleo de los Plassmeyer. Aunque no era allí a donde se dirigía, sino a una pequeña y humilde tumba de mármol blanco no muy retirada de allí.

  Cuál no sería su sorpresa al vislumbrar una sombra sobre la tumba. ¿A quién- aparte de a él- se le ocurriría ir a esas horas de la mañana un domingo al cementerio? La mata de pelo escarlata recogida en una trenza le dio respuesta sin necesidad de que viera la cara de la persona que allí se encontraba.

  -Hola- musitó Jay, al acercarse.

  Abby se giró y le dedicó una tímida sonrisa que iluminó sus mejillas, tiñéndolas de rosa.

  -Hola.

  Ambos se quedaron en silencio durante unos minutos, observando la tumba de su difunta abuela, sin saber cómo actuar. No habían vuelto a cruzar palabra desde que salieron del hospital. Habían labrado su relación en torno a silencios prolongados donde se gritaban todo lo que deseaban decirse.

  -¿Esas violetas las has traído tú?- inquirió, observando las flores que descansaban sobre la lápida.

  -Sí- contestó Abby de forma tímida, dejando que el frío aire mañanero los envolviera antes de volver a hablar-. Guardan un significado especial para mí y, supongo que en cierta manera para ella también.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Capítulo 27: Renacer (Pt. 2)

  ¡Hola! Si todo sale bien, esta entrada debería publicarse porque la he programado, pero no prometo nada. (voy a intentar estar por aquí aunque hayan comenzado las clases). Yo nunca incumplo mis promesas, ya lo sabéis (si es que seguís leyéndome, claro). Espero que disfrutéis la historia, un beso y muchisisímas gracias por seguir ahí tras tres años.

PD: Espero que os guste la canción, habla un poco de cómo se sienten los dos últimos personajes que aparecen en este capítulo en estos momentos.



  Jay, Daniella y Kathleen no eran los únicos pacientes en aquella planta a los que se relacionara con el misterioso caso de una secta corrupta formada por la élite de Londres. Unas cuantas habitaciones más allá, una joven pelirroja escribía en un cuaderno de tapa dura mientras descansaba en una cama.

  Siempre temí que mi madre no se sintiera orgullosa de mí, pero nunca imaginé que acabaría siendo yo la que no pudiera sentirse así por ella. ¿Quién me diría que perder a mi madre supondría encontrarme a mí misma? Ahora mismo, solo me arrepiento de no haber descubierto a tiempo quién
era Gaelle Milner; teníamos muy poco tiempo para decirnos muchas cosas. Quizás la vida consista en eso: una carrera a contrarreloj.

  De repente, oyó pasos y cesó de escribir. ¿Quién querría ir a verla en aquellos momentos? La única persona a la que creía importarle había resultado un impostor, había maquillado sus pérfidas intenciones con hermosas palabras y mimos hacia ella. Lo único que aún la quemaba por dentro era saber si se había acercado a ella antes o después de ingresar a la Hermandad; porque desde luego que si había ingresado por su culpa, no podría perdonárselo nunca.

  Cuál no sería su sorpresa al ver pasar al torbellino de pelo rubio platino entrar con una sonrisa de oreja a oreja.

  -¡Zanahoria! ¿Cómo te encuentras?

  -Con dolor de cabeza hasta que llegaste tú- le respondió, haciendo un amago de sonreír-. Ahora tengo jaqueca.

  Sissie profirió una sonora carcajada y esperó hasta que Abby se levantó para abrazarla tan fuerte que se le cortara la respiración.

  -Espero que esto cuente como un "lo siento".

  -¿Lo siento?- Abby se extrañó-. Pensaba que la que te debía una disculpa era yo. Nunca he sido, ejem, lo que se dice un ejemplo de buena amiga.

  -Querida Abigail Rumsfeld, eres una borde de mierda y tienes un humor de perros el noventa por ciento del tiempo, pero no eres una mentirosa. Después de todos estos años de amistad, no me fié de ti y siempre te culpé de la desaparición de Brenton. Aunque bueno, en parte sí fue tu culpa.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Capítulo 27: Renacer (Pt. 1)

  ¡Buenas! Espero no ser un paquete del todo y que esta entrada se publique para cuando la tengo programada. Para cuando leáis esto, lo más probable es que la historia esté terminada y todas las entradas programadas, así que aprovecho para deciros ahora lo que pensaré en ese momento, porque lo pienso siempre: si no fuera por esta historia, por este blog, y por vosotros/as, yo hoy día sería alguien muy diferente. Así que gracias por haberme ayudado- de manera inconsciente- a crecer como persona. Un saludo y os deseo lo mejor para este curso, estudiéis o no.



  Cuando Kathleen abrió los ojos, se encontró con una pareja feliz mirándola y sonriendo; pero rápidamente la pareja se transformó en un techo con olor a desinfectante y luces blancas. ¿Dónde estaba?

  Se miró el brazo y tenía conectada una vía con suero: estaba en el hospital. Verdad, ahora de repente todos los recuerdos se agolparon en su mente a modo de balas que la iban perforando.

  La puerta se abrió y pasó una mujer de piel oscura y pelo rizado, que vestía un uniforme verde y sonreía continuamente.

  -¡Vaya, señorita Gray, por fin despierta! Mi nombre es Thelma, y seré su enfermera. Voy a pasar a retirarle el suero- y desenganchó la vía de su brazo, limpiándole la minúscula herida con un poco de algodón mojado en agua oxigenada.

  Kathleen observaba de manera distante a aquella vivaracha mujer. Su cuerpo se hallaba en aquella diminuta habitación de hospital, pero su mente vagaba por todo lo que había vivido en cuestión de dos días.

  -¿Cuánto tiempo llevo dormida?

  -Unas catorce horas, señorita. Al parecer tenía sueño acumulado, pero su salud está como un martillo.

  -¿Hay más gente por aquí...?

  Se oyó el sonido de pasos afuera, y un muchacho entró en la habitación, arrastrando un gotero consigo.

domingo, 16 de agosto de 2015

Capítulo 26: Por los inocentes (Pt. 2)

   ¡Buenas! He vuelto. Sé que esto lo leen cuatro gatos ya porque aburre que lleve escribiendo una historia tres años, pero me prometí terminar y heme aquí. Espero que os guste, de verdad, y que me comentéis cualquier cosa que os apetezca. No sé cuántos capítulos quedarán exactamente, pero os auguro que muy muy pocos. Sin más dilación, disfrutad y muchísimas gracias por leerme.

  Espero que os guste la canción elegida, creo que hablo un poco sobre los demonios interiores del malo malísimo de mi  historia y, además, ¡es de Imagine Dragons!

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  El caos general se dispersó por la habitación. Así que, después de casi cuarenta años persiguiendo un sueño con ahínco, Warwick había sido vencido por una panda de mocosos inmaduros y malcriados. No lo podía aceptar, de ningún modo.

  Miró tentativamente a unos y a otros, a Loick siendo agarrado por la policía, a su sobrina abrazando llorosa a su hija, a los malditos bastardos de Kathleen y Jay juntos. Maldita sea, todo le había salido mal.

  -Don Warwick Plassmeyer, tenemos una orden de arresto contra usted, suelte ahora mismo el arma o me veré obligado a disparar- lo sacó un policía de sus pensamientos, apuntándolo con el revólver.

  Entonces, la mirada de Warwick se empañó por las lágrimas. ¿Coraje? ¿Odio? ¿Impotencia? Quizás hubiera, por primera vez, algo distinto nublando su mirada: dolor por la pérdida de un ser querido.

  "-Warwick, ¿qué estás haciendo?- preguntó una inocente voz de ocho años.
 
   -Calla, estoy leyendo.

  La mirada grisácea del niño permaneció fija en aquellas páginas amarillentas por la luz de la linterna que las iluminaba. Una diminuta mano quitó de su cabeza las sábanas con las que se cubría, y apareció una niña menuda y vestida con un camisón a su lado. La niña llevaba el fino pelo en dos trenzas y mostraba una sonrisa desigual, debido a que se le acababan de caer dos dientes de golpe, pero, aún así, compartía sus mismas facciones.

  -Gaelle, ¡no molestes! He sacado este libro de la biblioteca y tengo que entregarlo mañana cuando aún me quedan cincuenta páginas.

  -Pero es que la luz de la linterna no me deja dormir- gimió, poniendo pucheritos-. ¿Puedo leer
contigo?

  -Es un secreto secretísimo, ni siquiera a ti te lo puedo contar.

  -Vaaaaaaaaaaamos, Warwick, ¡quiero saberlo!- pujó la pequeña Gaelle, saltando a su lado en la cama.

  Warwick resopló, levantando su espeso flequillo castaño rojizo.

  -Está bien, pero recuerda que no se lo puedes contar nunca nunca nunca a nadie. Ni siquiera a mamá.

  -Pero... Si mamá no se lo puede contar a nadie...

  -Calla o no te lo cuento, pesada. Mira- le mostró el grueso tomo, donde se apreciaban dibujos a acuarelas de seres fantásticos-. En realidad no es de la biblioteca, me lo ha prestado Matt. Dice que estaba en un cajón del trastero, por lo que lo tiene que devolver mañana antes de que su padre se dé cuenta. Cuentas muchas leyendas, y una habla sobre una forma de volverte inmortal, ¿no sería genial?

  -¿Y para qué quieres ser inmortal? Mamá decía que íbamos a vivir para siempre en el cielo.

  -¡Por eso mismo! Mamá antes de irse al cielo nos pidió que viviéramos mejor que ella, ¿no? ¡Pues esto tendría que ser genial! Vivir una aventura de verdad.

  -Me da miedo, Warwick- lloró.

  -Anda, ven- acunó a su hermana melliza entre sus brazos-. Todo va a estar bien, Gaelle, mamá nos va a sonreír desde el cielo y tú y yo vamos a ser muy muy muy felices."

miércoles, 15 de julio de 2015

Capítulo 26: Por los inocentes (Pt. 1)


¡Buenas! Después de prácticamente un año, he regresado. Quizás porque el día 7 cumpliéramos tres añitos, quizás porque os merezcais leer el final de esta historia- si aún lo estáis esperando-. En mi defensa diré que este año ha sido un poco complejo y por ello no he podido publicar antes (excusas). Como ya viene siendo costumbre, os haré un pequeño resumen; aunque si queréis, podéis volver a leer toda la historia aquí o en Wattpad, donde la estoy subiendo corregida.

  Un besazo y espero que os guste.


Kathleen Gray y Jay Dennison son dos chicos huérfanos que, aparte de compartir este vínculo, tienen poderes especiales: Kathleen "Kath", sobre el agua; Jay sobre el fuego. Además, Jay es capaz de volverse invisible en determinadas ocasiones y ambos pueden ver vidas pasadas, de personas desconocidas. Estas personas serán, como más tarde descubrirán, Gill y Cedric, los padres de Kathleen. Kathleen y Jay son los nuevos Hijos de Agua y Fuego, criaturas que velan porque la paz y el amor en el mundo se mantengan tal cual. Desde que se ven, sienten esta fuerte conexión. Pero Warwick Plassmeyer, director del Internado Brotherhood donde los han reclutado, les prohíbe que mantengan contacto físico, ya que Warwick y el resto de sus aliados (Loick, Aurora...) planean servirse de la sangre de Jay y Kathleen para ganar la inmortalidad. Por tanto, han de mantenerlos juntos para asegurar la salud de su sangre, pero nunca en contacto; pues entonces nunca se podrán separar ni podrán manejarlos a su antojo. En todo este lío, conocen a Abby, la hija de Grace (supuesta pareja de Warwick), quien finge estar enamorada de Jay, los espía y actualmente sale con Louis; y la pareja de sus mejores amigos, Keegan y Sissie. Por otro lado, conforme investigan averiguan toda la historia: Gaelle era la madre de Lucy (mejor amiga de Gill) y Daniella, y aliada de Warwick, su hermano mellizo. Al final, desistió de su plan contra Gill y Cedric, y los ayudó a escapar. En esta aventura, se perdió su hija Lucy (quien más tarde se descubre, es Grace, la madre de Abby); y Gill y Cedric se cambiaron de identidad y lograron huir, creciendo y madurando. Entretanto, Daniella y Gaelle volvieron a Londres, donde Daniella fue secuestrada, torturada y violada por la secta de su tío Warwick. Fruto de esta violación, a manos de Eric (hermano de Loick), quedó embarazada. Su madre y demás allegados lograron rescatarla, justo cuando iba a dar a luz. Gaelle había descubierto un terrible secreto: el bebé que esperaban Gill y Cedric era la futura Hija de Agua y Fuego; al igual que su futuro nieto sería el varón, Hijo de Agua y Fuego. Así, Daniella dio a luz y le robaron a su niño (sin embargo, debido a la ley de que "el primer humano que mire a un Hijo de Agua y Fuego a los ojos morirá", Eric, el padre de la criatura y su secuestrador, murió); y desde entonces ella ha vivido como Margaret, tratando de encontrar a su hijo. Gill y Cedric también murieron al dar a luz a Kathleen; pero dejaron a Gaelle encargada de ella. Esta la perdió, pero siempre le siguió la pista como Isabelle, una afable librera que cuidaba de Kathleen y Jay en la distancia. Finalmente, Kathleen y Jay descubren toda la verdad que los rodea, y han de enfrentarse al rencor que sienten hacia su "familia". Más tarde, son secuestrados por la Hermandad; y toda su familia (Gaelle, Daniella) junto a Abby (quien se ha vuelto de su parte), Louis, Sissie, Keegan y demás amigos, se vuelcan por salvarlos. Sin embargo, hay un topo infiltrado, y Sissie teme que sea Abby, a quien guarda algo de rencor desde que su querido hermano (amor platónico de Abby), Brenton, desapareció en compañía de ella. Por ello, Sissie tratará de ayudar a Kathleen y Jay por su cuenta. Y los demás, lo intentarán; pero solo lograrán (pese a todas las profecías) que Kathleen sea enviada lejos de Jay, y Daniella sea también secuestrada. Kathleen es así llevada hasta la cabaña donde Brenton es reclutado, y le explica que él trabajaba para la Hermandad para evitar que le hicieran daño a su hermana; pero tuvo que abandonar cuando le pidieron que matara a Abby, la chica que le gustaba. Así es como le cuenta que Jay y ella poseen una conexión especial, sus almas están unidas y no los podrá separar ni la distancia física. Kathleen cobra fuerzas con ello y utiliza sus poderes para escapar y encaminarse los dos a salvar a los suyos, quienes han quedado todos apresados al intentar rescatar a Jay y Daniella, pues se fiaron de Louis y ¡resulta que él era el topo! Su última esperanza es Sissie pero, ¿volverá para ayudarles o no?

  Kathleen y Brenton habían llegado a las puertas del Internado cuando el aguacero que los venía acompañando desde las entrañas del bosque se había transformado en una granizada helada y dolorosa. Kathleen sabía que algo iba mal: sentía el dolor de estar perdiendo la sangre, la fatiga que se apoderaba de todos su cuerpo, engarrotando sus músculos.

  -La puerta está abierta- la sacó de sus pensamientos Brenton-. ¿Subimos?

  -Brenton- ella sollozaba-. Creo que está pasando algo malo ahí arriba.

  -No perdamos tiempo, entonces- contestó Brent en un tono tranquilo.

  Ambos subieron corriendo los escalones hasta el desván, abrigándose con una manta de sombras y oscuridad que se formaba a lo largo de la escarpada escalera de caracol. No medían los peligros a los que se sometían, sólo pensaban en el modo de salvar a los suyos. Sus ojos eran la única luz que los guiaba hacia aquellos a los que podrían perder si no se apresuraban.

  Nerviosismo. Tristeza. Coraje. Determinación. Eran actitudes contrapuestas, difíciles de experimentar a la vez. Como si el fuego y el agua se tocaran y no se sumieran el uno en el otro. "Como se supone que nos ocurre a Jay y a mí", pensó Kathleen, "o eso espero".

  Sin embargo, cuando dejaron atrás la escalera y se toparon con lo que en aquella habitación les esperaba, todo se pudo resumir en una palabra: miedo. No estaban preparados para enfrentarse a Louis encañonando una pistola contra Abby, a Jay lívido y destrozado mientras Ida le sacaba sangre. Habían supuesto que se encontrarían con algo horrible; pero no podían haber imaginado lo horrible de verdad que llegaba a ser el dolor cuando lo sientes en primera persona.

  Quizás hubiera cosas para las que, por mucho que nos concienciáramos, no estábamos preparados. Hay ciertas cosas que suceden en el momento y sólo te dejan efectuar dos acciones: plantarles cara o huir.

martes, 24 de febrero de 2015

MI REGRESO: Liebster award

¡Buenas, buenas, buenas! Supongo que debiera desearos feliz año nuevo, aunque a este ritmo un poco más y subo esta entrada en 2018.


Como bien dije hace casi seis meses, quería tomarme un tiempo; me sentía cansada y debía aclararme las ideas. Hubo un momento en el que pensé que nunca volvería, no encontraba la forma de hacerlo. Sin embargo, mi familia y amigos me han animado a regresar; y aquí estoy. Esta entrada va a ser un simple aperitivo de lo que se os viene encima: porque sí, esta vez voy a quedarme. No os voy a prometer fechas porque ya sabéis que no las cumplo, pero voy a estar aquí.

Y sin más dilación, muchísimas gracias a la encantadora Laura, una bloggera, escritora y persona en general estupenda; que, pese al estado de pausa de este blog, ha querido nominarme a un pequeño premio en su blog.

Vamos allá...

¿Para quién escribes? 


Sería una hipócrita si dijera que para mí. A todos nos gusta que nos lean. Supongo que escribo para toda aquella persona que esté ahí dispuesta a leerme, y que disfrute de ello.

¿Qué suele ser lo que te inspira? 


Me inspira todo aquello que me diga que puedo seguir adelante: un comentario positivo, un abrazo cariñoso, o una simple flor bonita que me encuentre en el camino (me ha quedado muy Katniss Everdeen, ¿no?).

¿Cuál es el objetivo de tu blog? 


Mi blog tenía el objetivo de contar una historia. De arropar las palabras que salían de mí a borbotones. Con el tiempo se ha convertido en mi mayor apoyo: tendría muchísima menos confianza en mí misma si no hubiera creado este rinconcito cibernético allá por 2012.

Además de este blog, ¿tienes algún otro? 


Negativo. Aunque quizás, si me propongo aplicarme, lo haga algún día.

¿Qué libro poco conocido crees que todo el mundo debería leer? ¿Por qué? 


Al pedirme que sea poco conocido, te diré que "The storyteller" (Antonia Michaelis), porque es una historia dura que puede cambiarte la forma de ver la vida si eres la persona adecuada para el libro. Si me pides otros, te diré que "Marina", "La ladrona de libros", "Bajo la misma estrella", "La soledad de los números primos", "La sombra del viento", "Rebeldes"... Pero estos títulos son mucho más conocidos.

Si pudieses pedir los típicos tres deseos, ¿cuáles serían? 


Uy, soy malísima eligiendo; pero serían salud, paz y justicia a nivel global.

¿Opinión de la literatura adolescente? 


A mí me gusta. Creo que hay títulos considerados como "literatura adulta" de mucha menor calidad; y, además, estos libros se suelen adaptar a lo que queremos leer y experimentar los adolescentes. ¿Que hay bazofia? Pues como en todas partes; pero no me parece justo que se desacredite algo que le gusta y significa tanto para tantas personas.

¿Cuál es tu género favorito y por qué? 


Volvemos al problema de elegir. Todos los géneros me gustan, depende del libro en sí. Aunque me encantan en especial los que alberguen drama, suspense, misterio... Libros de los que yo pueda sacar una enseñanza, vamos. No tengo un género predilecto aunque me guste que incluya los elementos anteriormente mencionados.

Escribe 5 frases (de libros, canciones o de lo que sea) que te gusten de manera especial.


"Los objetos fueron creados para ser utilizados y las personas para ser amadas. El mundo va mal porque amamos a los objetos y utilizamos a las personas"-Proverbio
 "Es difícil encontrar buenos amigos e imposible olvidarlos"-Bajo la misma estrella
 "En el momento que te paras a pensar si quieres a alguien de verdad, ya has dejado de quererlo"-La sombra del viento
 "Si la gente pensara la mitad de lo que habla, el mundo sería un paraíso"-Marina
 "Vivir sin sentir sería un sinsentido".

¿Cómo crees que cambiará tu relación con la escritura con el paso del tiempo? 


Probablemente, al haber elegido a los números por encima de las letras, acabe aburriéndome por no tener tiempo para dividirme entre ambos gustos, y este blog pase a ser una hermosa anécdota que atesorar en el baúl de los recuerdos; pero quiero pensar que nunca abandonaré mi sueño insaciable de escribir algo- lo que sea- que ayude a alguien de verdad, que lo emocione.

Y, por último, escribe alguna anécdota relacionada con el blog. Si no tienes, cuéntale al mundo algo que no has tenido ocasión de decir. 


Bueno, aprovecho este espacio para dar una vez más las gracias. Me he sentido verdaderamente apoyada en este blog tan humilde que pensé que nunca llegaría a nada. Espero de verdad que lo que yo haya podido escribir en algún momento os haya gustado. O no. Pero que por lo menos haya despertado algún tipo de sentimiento en vuestro más profundo interior, ya sea positivo o negativo. Ahora, como bien prometí una vez, especialmente a mí misma, terminaré esta historia, y le daré el final que merecía en mi cabeza. Luego veré lo que pasa. No voy a prometeros fechas; pero sí eso. Es lo mínimo que puedo hacer por todas las ilusiones que mi soñador yo de catorce añitos puso en esta historia. Gracias de nuevo.

Por último, decir que como he estado muy desconectada de aquí, nomino a quien quiera hacerlo; porque desconozco quién sigue activo/a en Blogger y quién no. Las preguntas son las mismas que las de Laura. Un beso y, ¡ah! Os voy a dejar una encuesta por si alguien anda por ahí.

Julia